Desde el momento en que te quise cerca,
Ante mis ojos nada igual parece:
No duermo más, mi cara empalidece,
Tengo la risa floja, a veces terca.
En partes soy adulto, en
otras, huerca,
A mitad de la vida que me mece
La sed, el hambre, y nada me apetece…
¡Implórame ya, que mi fin se acerca!
Guarda mi alma en la luz
del Paraíso,
Hasta pecar, y devolverme al piso,
Infringiendo de nuevo al Purgatorio…
Entonces en silencio, en
mi velorio,
Reiteraré seguirte en tu hado eterno:
Iré hasta donde estés, incluso Infierno…
Osfelip Bazant
Te invito a analizar y reflexionar este poema, ¿o serías capaz de escribir un soneto con el mismo tema?... ¡VAMOS, TÚ PUEDES!
Sem comentários:
Enviar um comentário