Desde mi ventana iban y venían
con las caricias frías del viento
mi pesar de amarte y mi lamento,
que por verte ausente aparecían.
Y yo que imaginé que me aludían
ficticios vaticinios mi tormento
junto a ti, mas hoy cómo lo siento,
porque ignoré a las lenguas que decían:
“Él no te quiere, vete en fuga, huye…”
Que sólo defraudabas con amor
y partirías luego de besarme.
Todo impugné, y dije con furor:
Ustedes son mentira que destruye
al corazón. ¡Yo sé que vino a amarme! Osfelip Bazant
Sem comentários:
Enviar um comentário