Pasé cerca de ti en templado día
y me tembló la piel, quedé callado,
cubrí mi frente viendo a otro lado:
pálido estuve cuando te veía…
El momento evocó melancolía,
el fuego de un idilio marchitado,
un rencor, un orgullo acongojado:
una herida en mí abrirse parecía.
Y junto a ti llegué… Sentí rubor…
Anduve velozmente, con recencio,
que alejándome quise regresar…
Así observé en tus ojos nuestro amor,
entonces sollozó mi alma en silencio
y anhelaron mis ojos un llorar.
Osfelip Bazant
Sem comentários:
Enviar um comentário